viernes, 26 de abril de 2013


Día cinco: El donut de quirófano.

Al despertar ya lo hice falta de energía. Desganada total, quizá por eso de que hoy es viernes. Pero pensé en sus sonrisas, en esas miradas sinceras cuando les dedicas un poco de tu tiempo. Recordé a mi paciente, y enseguida cambié el chip. Y más me cambió cuando me puse el uniforme y atravesé la puerta de la planta, decidida a no perder hoy mi sonrisa. Por muy baja que tuviese mi energía.

Durante toda la mañana estuve pensando en algo dulce. Un donut, ¡¡oooorrrgggsssss!! Cuando pude salir a desayunar (algo más tarde que el resto), mi mente no dejaba de repetir “donut, donut, donut…” con vocecita robótica. Ya en la cafetería, fui directa al mostrador donde ese dulce taaaaan lleno de azúcar y taaaaaaan poco sano estaba. Y entonces… dos de verde, muy simpáticos ellos, discutían en tono de broma los pros y contras de comerse un jodido donut esa mañana de viernes. “Tio, eso son X calorías, una hora de gimnasio por lo menos” “Si, o corriendo…”. Palabrejas como estas escuchaba mientras en mi fuero interno me debatía si desayunar algo más sano o por el contrario calmar mi antojo. Se me escapó un “ay pues yo no sé ya que hacer…quiero donut…” mientras estos chicos seguían con su debate. Nos echamos unas risas y justo en eso el camarero me pregunta que quiero y sin pensarlo mucho, automatizada total pero con vocecita de “lonecesito” dije “Un dooonut…y café con leche, por fa”. “No te lo pensaste mucho, jajajaja”, me dijeron. Y yo evidentemente dije que no, que llevaba toda la santa mañana pensando en el donut. “Bueno, parece que te lo puedes permitir”, me dice uno echando una mirada de arriba abajo. Yo, como si nunca me hubiese visto, miro mis bracitos y digo “si, parece que sí” mientras me reía un poco. Ains, qué graciosos son los de quirófano. 


jueves, 25 de abril de 2013

miércoles, 24 de abril de 2013

.




Día tres: Manos a la obra.

De aquí para allá, de allá para acá. Sin parar. Aprendiendo, absorbiendo como una esponja. Lo más básico, y me encanta. Para construir una casa se empieza por los pilares, ¿no?  =)


martes, 23 de abril de 2013

.



Dia dos: La filosofía de una DUE.

El día lo empezamos algo expectantes por qué sería aquello que nos dirían. Lo único que le vimos bueno a la charla fue el saber que una hora de esa mañana echaríamos atrás. Pero al bajar a planta todo fue diferente a como imaginamos: parecía que llevásemos más tiempo allí, porque nos integraron enseguida. Hicimos curas, repartimos medicación y comidas, hablamos con los pacientes, nos enfrentamos a dos ingresos con sus respectivas valoraciones y papeleos… Y, cuando los tres del CHUC nos reunimos un poco al sol…me di cuenta de que la mañana no había sido tan desastrosa como vaticinábamos el día anterior. Me di cuenta de que lo más básico también es necesario aprenderlo, y que también me gusta. 



Horas más tarde un compañero de otra planta, con otros horarios y otras actividades, me contaba su día y me daba un poquito de bajona. Porque su horario es muchísimo mejor para poder estudiar. Porque en su planta hace más cosas (los jodidos sueros y las medicaciones que tanto me aterran, las sondas y los drenajes), las cuales a veces pienso que debería saber porque en tercero no sé si me exigirán dominarlas. 

Pero, según S, una casi DUE pero futura GUE con la que comparto prácticas, hay que tomárselo con filosofía. Mejor dicho, felisofía. Así, sin anestesia: sonríe. Mientras estoy escribiendo esto recuerdo a la segunda paciente que nos entró hoy que hasta tan echita polvo bromeaba y reía. Pues no es tan malo esto, y no es el fin del mundo. No practicaré técnicas y ni sabré calcular dosis de medicación para ponerlas en sueros pero en nuestra planta, la OF-22, sé que se aprenderá algo más que una técnica: humanidad y el primer contacto, los cuidados más básicos; aprenderé a adaptarme a la situación e improvisar ante lo inesperado…y el saberle sonreír a la cronicidad, incluso cuando sabes que no sales de ello, cuando sabes que te acompañará el resto de tus días, cuando pierdes tu autonomía, cuando sabes que sólo te quedan días…

lunes, 22 de abril de 2013

Prácticas Clínicas II


Dia uno:
Las presentaciones, el sentirnos perdidos en ese numero 22… Y aprender que a veces hay que ser un poco McGiver, buscarte la vida y apechugar con lo que toca; improvisando a cada momento, porque la vida es eso: no tenemos un guion por el que regirnos a la hora de actuar.
Tomorrow…more and better (I hope!)